Laura

Laura comienza a caminar.

Y piensa.

Y siente, y sueña, y vuela, ríe, crece, odia, ama, anhela, desconfía, habla, escucha, replica, contesta, ordena, obedece, cree, tiene, pierde y muere cada vez que recuerda algo: Nunca será libre.

Laura sabe que no podrá escapar de su jaula, Laura sabe que nunca podrá correr lejos, muy lejos, Laura sabe que todo es una mentira, y que esa mentira la creó ella misma para aislarse de la verdadera realidad.

Porque Laura sabe que en verdad no quiere ser libre, porque Laura en verdad no sabe ser libre.

Y así, ella vive falsamente engañada en el centro de su mundo, del mundo de los soñadores, de los ojos cerrados, de la soledad encerrada en el amor y de los miedos ocultos bajo llave en un pequeño cajón dentro de nuestra imaginación. Un mundo de caos maquillado, un mundo de falsas esperanzas e injusticia camufladas bajo sonrisas traicioneras.

Un mundo llamado tierra, un mundo sostenido bajo los cimientos de la desconfianza y el egoísmo, un mundo de mentiras.

Y Laura comienza a llorar.

Y piensa.Y escapa, se avergüenza, se deja, se cae, se levanta, lucha por ser un pedacito de luz en éste mundo de Oscuridad.